ALOCUCIÓN
DEL DÍA DE LA PAZ Y LA NO VIOLENCIA
(30
de enero de 2015)
“Un
sueño que se hará realidad”
Querido Colegio:
Vistes tus mejores galas
y nos recibes con las puertas abiertas en esta mañana de septiembre, donde los
colores del otoño bañan el aire y el viento arrebata con dulzura las hojas
secas de los árboles, haciendo una bonita alfombra sobre el patio.
El sonido de mis pies al
pisar las hojas secas me gusta, es suave y me ayuda a pensar lo maravilloso que
sería que todos juntos anduviésemos sobre las ellas haciendo sonar una melodía,
que nos hiciera sonreír y cogernos de la mano, compartiendo nuestros juegos.
Hoy hemos colocado un
gran árbol en la entrada. Tiene pocas hojas porque ahora están adornando el
suelo pero cada mañana, al entrar dejaremos una sonrisa, una caricia, un
secreto, una ilusión, un beso y un poquito de alegría. También dejaremos que
los pajarillos de nuestra mente se posen en sus ramas y vayan preparando sus
nidos.
Querido Colegio,
¡Llegará
el frio!
En nuestro pueblo no nieva
pero nosotros, con el poder de la imaginación, pondremos copos de nieve sobre
sus ramas.
Cada copo será el
compromiso de ayudar, estudiar, compartir, regalar, pronunciar buenas palabras,
saludar, respetar, trabajar….
¡Qué felicidad voy a
sentir cuando al salir para casa compruebe que los copitos de nieve que colgué
sobre tus ramas al entrar, no se han derretido!
¡Un
día genial!
Querido Colegio,
¡Llegará
la primavera!
El árbol de la entrada
estará repleto. El calor de nuestro corazón ha ido caldeando sus ramas y han
empezado a brotar.
La primavera todo lo
inunda de alegría a nuestro alrededor y los primeros frutos se dejan ver.
Pronto podré saborear el cariño, la paz, el saludo, el beso y el abrazo y
acariciar con mis manos las hojas verdes que los acunan mientras me hacen un
guiño.
Querido Colegio,
¡Llegará
el verano!
Nuestra tierra es
calurosa y el sol le da un resplandor tan especial que nos hace entornar los
ojos y soñar.
El árbol se cuajará de
fruta madura y sabrosa que entre todos recogeremos.
Querido Colegio,
¡Llegarán
las vacaciones!
El árbol de la entrada
que marca el paso de las estaciones y el ritmo de mi corazón, hará que cada
jornada no sea solo lecciones aprendidas en un libro, sino pequeñas conquistas
para hacer de ti, querido colegio, un gran espacio de paz.
Autora: Jerónima Caparrós
Soler
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